A lo largo del siglo XVIII, las reformas urbanas de la zona obligaron a derribar la ermita de San Antonio en dos ocasiones y construirla de nuevo en otro lugar. Así, la iglesia primitiva, de Churriguera, fue sustituida por otra de Sabatini y ésta, a su vez, por una tercera que ya sería la definitiva. El último traslado de la iglesia se originó a causa de las obras del nuevo palacio de La Florida, una gran finca (hoy desaparecida), que daba nombre a la capilla y que había sido adquirida por Carlos IV. Por orden del rey, de 1792 a 1798 el arquitecto Felipe Fontana construyó la nueva ermita, y Francisco de Goya la decoró con magníficos frescos.
viernes, 7 de junio de 2013
Ermita de San Antonio de la Florida
SÁBADO 8 Visita guiada ermita de san Antonio de la Florida
Para garantizar la conservación de sus pinturas, el edificio fue declarado Monumento Nacional en 1905 y más tarde, en 1928, se construyó a su lado una iglesia idéntica, para trasladar el culto y reservar la original como museo. Para entonces, esta capilla era además panteón conmemorativo del artista, pues en 1919 se habían trasladado aquí sus restos, traídos desde Burdeos, donde había muerto en 1828. De las dos ermitas, la más próxima a la glorieta de San Vicente es la original del siglo XVIII. El edificio, de pequeñas y elegantes proporciones, fue diseñado en el gusto neoclásico por Felipe Fontana (1744-1800), arquitecto italiano al servicio del rey. Se compone de un solo cuerpo, dependencias auxiliares laterales y una gran cúpula central con linterna. Este clasicismo está presente también en la fachada, adornada con pilastras resaltadas y un gran frontón triangular. La réplica moderna fue construida por Juan Moya en 1928, y es donde tienen lugar hoy los servicios parroquiales
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